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LAS VENTANAS

 

Siempre llamaron mi atención porque cada una cuenta una historia.

Por un lado la del punto de vista histórico y social y por otro lado la incógnita de si esa ventana realmente es reflejo de quien habita detrás.

 

LAS TRISTES

Cristales sucios, maderas sin barnizar, telarañas, cortinas deshilachadas, desvencijadas, semiabiertas, contraventanas cerradas a cal y canto, llenas de oxidados clavos y variopintas artimañas para mantenerlas cerradas, de alféizares improvisados, pinturas desgastadas, miradas indiscretas y macetas olvidadas...

 

LAS ALEGRES

Las de cristales limpios, de madera barnizadas, las elegantes, las pintadas de colores, las de alféizares floridos y figuritas tras los cristales. Las de cortinas amorosamente recogidas a los lados, las de persiana veneciana, las de magníficas vistas, las de gato tras los cristales acurrucado al calor del sol...

 

Todas me gustan, sin embargo son las más viejas las que me transmiten más encanto y sentimiento.

 

Aquí dejo mi colección para que cada uno escoja la que más le gusta.

 

¿Cuál es la tuya?

 

 

 

 

 

 

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