COLORESDELCAMINO

 

No espere nadie encontrar aquí a una experta fotógrafa, aún tengo pendiente hacer un curso de fotografía.

 

Simplemente he querido compartir esos gratos instantes,  mi mayor aspiración es la de disfrutar a lo grande... de las pequeñas cosas.

 

Me gustan las personas, sigo teniendo mi fe puesta en las personas. Y siempre aparece alguien a quien mirar a los ojos, alguien que transmite paz. Es lo que no soy capaz de fotografiar. Las miradas las prefiero al natural.

 

Me gusta el sol de invierno, el silencio, los colores, las montañas, los abrazos, los animales, perseguir nubes, reír, la hora del desayuno, el humor, acariciar árboles, trotar por el monte, los insectos, los múltiples aromas de la Naturaleza, el poder de la música...

 

Me gusta soñar.

Despierta, claro está, la gracia está en que el guión cada cual se lo adapte a sus propias necesidades.

 

Me hago mil preguntas y si no encuentro respuesta a algo, me la invento.

 

Ah, me dejaba lo mejor:

 

Una sonrisa. Siempre que sea sincera, me vale cualquiera. Son un poco como los bostezos. Contagian. Aunque camines solo por la calle, el simple hecho de ver sonreír a alguien produce buenas sensaciones. Y si es a nosotros a quien sonríen, todo atisbo de mal humor queda eclipsado. Me gustan a rabiar.

 

Y como no todo iba a ser tan bonito como aquí aparece, tengo que confesar que, entre unos cuantos defectos, tengo memoria de pez. Tal vez por ello la fotografía se ha convertido en ese disco duro externo para almacenar todo lo que veo.

 

Ese al que puedo acudir cuando lo necesito para cerciorarme de que tanta belleza no ha sido un sueño.

 

Me podréis encontrar también en mi blog nosinunasonrisa:

 

https://nosinunasonrisa.wordpress.com